El bizcocho de plátano que traigo hoy lo preparé hace unas semanas para celebrar el cumpleaños de una amiga de la familia. Casi siempre, para los cumpleaños he preparado tarta, pero no me apetecía nada demasiado dulce o empalagoso, así que, buscando entre mis recetas, encontré este pedazo de bizcocho tan rico y grandote… y me puse manos a la obra.
Este bizcocho lo preparó por primera vez mi hermano basándose en una receta de Jamie Oliver, que podéis ver en este video. Le salió tan rico que le pedí la receta y, a partir de ahí, la hemos preparado casi siempre entre los dos.
Se trata de un bizcocho esponjoso y suave, con un suave sabor a plátano. La proporción de fruta respecto del resto de ingredientes no es muy grande, pero es la cantidad justa para que aporte sabor, textura y olor al conjunto. Es un tanto trabajosa, ya que se preparan dos mezclas por separado que luego hay que unir… y una de ellas es bastante densa y espesa, así que se ejercitan bastante los brazos (no lo parece en absoluto cuando se observa a Jamie prepararlo, así que será que tengo unos brazos endebles y con poca fuerza).
En cualquier caso, creo que es una receta ideal para ocasiones como esta, para celebrar un cumpleaños o una merienda, sin necesidad de complicarse demasiado y obteniendo, en cambio, una combinación deliciosa de sabores para nuestros paladares.
Este bizcocho lo preparó por primera vez mi hermano basándose en una receta de Jamie Oliver, que podéis ver en este video. Le salió tan rico que le pedí la receta y, a partir de ahí, la hemos preparado casi siempre entre los dos.
Se trata de un bizcocho esponjoso y suave, con un suave sabor a plátano. La proporción de fruta respecto del resto de ingredientes no es muy grande, pero es la cantidad justa para que aporte sabor, textura y olor al conjunto. Es un tanto trabajosa, ya que se preparan dos mezclas por separado que luego hay que unir… y una de ellas es bastante densa y espesa, así que se ejercitan bastante los brazos (no lo parece en absoluto cuando se observa a Jamie prepararlo, así que será que tengo unos brazos endebles y con poca fuerza).
En cualquier caso, creo que es una receta ideal para ocasiones como esta, para celebrar un cumpleaños o una merienda, sin necesidad de complicarse demasiado y obteniendo, en cambio, una combinación deliciosa de sabores para nuestros paladares.
Bizcocho de Plátano (Jamie Oliver’s Banana Cake)
Prep: 30 min
Horno: 40-45 min
Raciones: 12-14
Dificultad: Baja
Ingredientes: (Molde 25 cm diámetro)
Bizcocho:
- 170 gr mantequilla
- 170 gr azúcar moreno
- 1 plátano grande maduro
- 4 yemas + 4 claras
- 6 cucharadas colmadas de crema agria
- 1 cucharada de extracto de vainilla
- 2 cucharadas de semillas de amapola (opcional)
- 1 pizca de sal
- 340 gr de harina
- 2 cucharaditas colmadas de levadura química
- 6 cucharadas de azúcar blanco
Crema:
- Zumo de un limón
- Azúcar glass
Elaboración:
Crema Agria o Sour cream
Según donde vivamos la crema agria puede ser difícil de conseguir. Es por ello que busqué información sobre cómo elaborarla en casa. Las cantidades que indico a continuación son las que necesitaremos para elaborar el bizcocho, es decir, para obtener unas 6 cucharadas colmadas de crema agria.
Ingredientes:
120 ml nata líquida para montar, 1 y ½ cucharadita de zumo de limón, 1 cucharadita de vinagre.
Elaboración:
En un bol pequeño verter la nata y añadir el zumo de limón. Batir con un tenedor (del mismo modo que al batir huevos) hasta que la nata comienza a espesar. Cuando la nata ha espesado un poco, incorporar el vinagre y seguir batiendo. La crema irá cogiendo cuerpo y después de 4-5 minutos batiendo tendrá una textura similar a un yogur griego.
Podéis ver un vídeo sobre cómo preparar la crema agria en este vídeo de PostresMil.
Recordad que la crema agria también se utiliza en muchas recetas de cocina salada y hay multitud de videos sobre como prepara crema agria que también incorporan sal, pimienta y algún otro ingrediente más. Pero tened cuidado porque estas preparaciones son para platos salados y no para repostería.
Ingredientes:
120 ml nata líquida para montar, 1 y ½ cucharadita de zumo de limón, 1 cucharadita de vinagre.
Elaboración:
En un bol pequeño verter la nata y añadir el zumo de limón. Batir con un tenedor (del mismo modo que al batir huevos) hasta que la nata comienza a espesar. Cuando la nata ha espesado un poco, incorporar el vinagre y seguir batiendo. La crema irá cogiendo cuerpo y después de 4-5 minutos batiendo tendrá una textura similar a un yogur griego.
Podéis ver un vídeo sobre cómo preparar la crema agria en este vídeo de PostresMil.
Recordad que la crema agria también se utiliza en muchas recetas de cocina salada y hay multitud de videos sobre como prepara crema agria que también incorporan sal, pimienta y algún otro ingrediente más. Pero tened cuidado porque estas preparaciones son para platos salados y no para repostería.
Ahora sí, vamos con la receta:
En primer lugar, engrasar y enharinar el molde y poner a precalentar el horno a 180ºC.
Separar las yemas de las claras y disponerlas en dos recipientes grandes.
Separar las yemas de las claras y disponerlas en dos recipientes grandes.
Mezcla 1:
En el recipiente de las yemas, añadir la mantequilla (a temperatura ambiente), el azúcar moreno y el plátano troceado (o aplastado con un tenedor). Batir bien hasta obtener una masa blanca y esponjosa.
Luego, añadir la vainilla, la crema agria, la sal y las semillas de amapola. Remover bien.
Incorporar poco a poco la harina y la levadura previamente tamizada. La masa se volverá muy espesa y densa, pero es normal.
Luego, añadir la vainilla, la crema agria, la sal y las semillas de amapola. Remover bien.
Incorporar poco a poco la harina y la levadura previamente tamizada. La masa se volverá muy espesa y densa, pero es normal.
Mezcla 2:
Batir las claras de huevo a punto de nieve y añadir el azúcar blanco hasta obtener un merengue con picos semi-duros.
Mezcla 3:
Incorporar el merengue (mezcla 2) a la mezcla 1 en tres o cuatro veces. Remover con una espátula de silicona y con movimientos envolventes para evitar que las claras bajen.
Verter la mezcla en el molde. Hornear durante 40 minutos a 160ºC (Opción “calor abajo-arriba”. Posición: 2º bandeja desde abajo).
Verter la mezcla en el molde. Hornear durante 40 minutos a 160ºC (Opción “calor abajo-arriba”. Posición: 2º bandeja desde abajo).
Crema:
Exprimir el zumo de un limón en un bol. Incorporar azúcar glas sin dejar de remover hasta obtener la textura que deseemos. Verter por la superficie del bizcocho.
En lugar de hacer la crema se puede espolvorear el bizcocho con azúcar glas.
En lugar de hacer la crema se puede espolvorear el bizcocho con azúcar glas.
Notas:
He estado investigando sobre cómo conseguir bizcochos más planos para las tartas. Uno de los trucos que he encontrado y que es realmente útil consiste en rodear los laterales del molde con tela de toalla mojada. De este modo el bizcocho se hornea de forma más homogénea y le sale menos barriguita.
Yo he utilizado una antigua toalla de lavabo y la he cortado en tiras de aproximadamente 14 cm de ancho. Luego las he empapado en agua fría, les he retirado el exceso de agua (solo hasta que no goteen), las he doblado a lo largo para obtener una tira de unos 7 cm de ancho, he rodeado el molde con esta tira y he sujetado los extremos con un imperdible.
La única pega que tiene esta técnica es que cuando el tiempo de horneado supera los 40-50 minutos, las toallas ya están casi secas, y se corre el riesgo de que se pongan un pelín tostadas. Afortunadamente casi todos los bizcochos están listos antes de esos tiempos o están casi listos, por lo que podemos abrir el horno y pulverizar un poquito de agua sobre las toallas para evitar que se estropeen.
Yo he utilizado una antigua toalla de lavabo y la he cortado en tiras de aproximadamente 14 cm de ancho. Luego las he empapado en agua fría, les he retirado el exceso de agua (solo hasta que no goteen), las he doblado a lo largo para obtener una tira de unos 7 cm de ancho, he rodeado el molde con esta tira y he sujetado los extremos con un imperdible.
La única pega que tiene esta técnica es que cuando el tiempo de horneado supera los 40-50 minutos, las toallas ya están casi secas, y se corre el riesgo de que se pongan un pelín tostadas. Afortunadamente casi todos los bizcochos están listos antes de esos tiempos o están casi listos, por lo que podemos abrir el horno y pulverizar un poquito de agua sobre las toallas para evitar que se estropeen.
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