Esta semana, aún a riesgo de resultar repetitiva, traigo otra receta con calabaza. Una Naked cake de Calabaza.
La cosa es que hace un par de semanas mi tía nos regaló una calabaza bastante grande, con la intención de que hiciese un pudin que yo preparo con frecuencia casi todos los años (y que este año aún no he hecho). Los días iban pasando y no encontraba el momento de gastarla. Al final, mi madre se atrevió a abrir la calabaza para hacer un poco de crema para la cena y yo me crucé, cotilleando en blogs de cocina, con una naked cake de calabaza muy bonita y con buenísima pinta.
Por otro lado, en el frigorífico tenía un bote de nata para montar que había caducado hacía muy poquito, así que la abrí, la probé y después de comprobar que estaba buena aún, me decidí a gastarla cuanto antes.
Como resultado tenéis esta tarta desnuda elaborada con bizcocho de calabaza y nata montada.
Evidentemente, si observais el blog del que he tomado la receta (Xabi likes Chocolate), no me ha quedado una tarta tan bonita y espectacular, pero es que a pesar de seguir las indicaciones, mis bizcochos han crecido mucho por el centro y, si quería dejarlos perfectamente igualados, me dejaba más de la mitad del bizcocho fuera de la tarta. Es por ese motivo, que he preferido tener una tarta menos “perfecta” y recortar solo un poquito de la barriga de los bizcochos, lo suficiente para que se pudiesen disponer en cuatro pisos y que todos tuviesen más o menos el mismo espesor.
De todos modos… no es una tarta para exposición, sino para comerla y disfrutarla. Que sí, lo sé, que cuanto más bonita mejor pues también comemos con los ojos, pero bueno, a mi me viene bien tratar de conformarme con este resultado, que ya suficientemente perfeccionista y maniática soy en otros ámbitos de mi vida. No todo va a ser perfecto.
Estoy contenta con el sabor y la textura obtenidos, aunque la próxima vez en vez de coger un molde en forma de corazón de 22 cm de diámetro utilizaré un molde redondo de 18-20 cm de diámetro. Podré controlar mejor que me salgan más planitos y con menos barriga.
La cosa es que hace un par de semanas mi tía nos regaló una calabaza bastante grande, con la intención de que hiciese un pudin que yo preparo con frecuencia casi todos los años (y que este año aún no he hecho). Los días iban pasando y no encontraba el momento de gastarla. Al final, mi madre se atrevió a abrir la calabaza para hacer un poco de crema para la cena y yo me crucé, cotilleando en blogs de cocina, con una naked cake de calabaza muy bonita y con buenísima pinta.
Por otro lado, en el frigorífico tenía un bote de nata para montar que había caducado hacía muy poquito, así que la abrí, la probé y después de comprobar que estaba buena aún, me decidí a gastarla cuanto antes.
Como resultado tenéis esta tarta desnuda elaborada con bizcocho de calabaza y nata montada.
Evidentemente, si observais el blog del que he tomado la receta (Xabi likes Chocolate), no me ha quedado una tarta tan bonita y espectacular, pero es que a pesar de seguir las indicaciones, mis bizcochos han crecido mucho por el centro y, si quería dejarlos perfectamente igualados, me dejaba más de la mitad del bizcocho fuera de la tarta. Es por ese motivo, que he preferido tener una tarta menos “perfecta” y recortar solo un poquito de la barriga de los bizcochos, lo suficiente para que se pudiesen disponer en cuatro pisos y que todos tuviesen más o menos el mismo espesor.
De todos modos… no es una tarta para exposición, sino para comerla y disfrutarla. Que sí, lo sé, que cuanto más bonita mejor pues también comemos con los ojos, pero bueno, a mi me viene bien tratar de conformarme con este resultado, que ya suficientemente perfeccionista y maniática soy en otros ámbitos de mi vida. No todo va a ser perfecto.
Estoy contenta con el sabor y la textura obtenidos, aunque la próxima vez en vez de coger un molde en forma de corazón de 22 cm de diámetro utilizaré un molde redondo de 18-20 cm de diámetro. Podré controlar mejor que me salgan más planitos y con menos barriga.
Naked cake de calabaza
Puré: 15-20 min
Prep: 10 min
Horno: 30-40 min
Raciones: 10-12
Dificultad: Media
Ingredientes: (molde de 22cm de diámetro)
Bizcocho:
- 4 huevos L
- 150 gr de azúcar blanco
- 150 gr de azúcar moreno
- 1 pizca de sal
- 200 ml de aceite de oliva suave o de girasol
- 120 ml de leche
- 400 gr de puré de calabaza
- Ralladura y zumo de una naranja
- 390 gr de harina
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharadita de canela
- ½ cucharadita de nuez moscada
- ½ cucharadita de jengibre
Relleno y cobertura:
- 500ml de nata para montar
- Azúcar al gusto (5-6 cucharadas)
Elaboración:
Puré de calabaza:
Pelamos y troceamos la calabaza y la ponemos en un cazo. Cubrimos los trozos con agua y ponemos el cazo a fuego medio-alto.
Cocemos hasta que veamos que podemos aplastar los trozos con un tenedor. Retiramos el cazo del fuego y escurrimos muy bien el agua. Batimos los trozos de calabaza con una batidora y reservamos el puré hasta que vayamos a utilizarlo.
Cocemos hasta que veamos que podemos aplastar los trozos con un tenedor. Retiramos el cazo del fuego y escurrimos muy bien el agua. Batimos los trozos de calabaza con una batidora y reservamos el puré hasta que vayamos a utilizarlo.
De 700 gr de calabaza cruda he obtenido los 400 gr de puré de calabaza, aunque estos valores son aproximados y dependen del tipo de calabaza, de lo bien que retiremos el agua, etc.
En mis anteriores recetas de calabaza (Buñuelos de calabaza y Pan de calabaza) explico cómo hacer el puré. Sin embargo, como he ido probando diferentes tipos de calabaza, quería dejar unas imágenes y repasar el procedimiento que he seguido.
Hay otras formas de obtener el puré de calabaza. En la mayoría de blogs cuecen la calabaza en el horno. Yo siempre las he preparado en agua, así que sigo haciéndolas así, aunque no descarto probar en alguna ocasión hacerlas en el horno. En cualquier caso, mientras que en el horno tardan en prepararse al menos 1 hora, troceadas en un cazo están listas en menos de 20 minutos.
En mi publicación de Pan de calabaza hago una pequeña explicación de los tipos de calabaza que se pueden encontrar en España, y concretamente en Andalucía. Siempre será preferible utilizar la calabaza tipo cacahuete para postres y repostería.
En mis anteriores recetas de calabaza (Buñuelos de calabaza y Pan de calabaza) explico cómo hacer el puré. Sin embargo, como he ido probando diferentes tipos de calabaza, quería dejar unas imágenes y repasar el procedimiento que he seguido.
Hay otras formas de obtener el puré de calabaza. En la mayoría de blogs cuecen la calabaza en el horno. Yo siempre las he preparado en agua, así que sigo haciéndolas así, aunque no descarto probar en alguna ocasión hacerlas en el horno. En cualquier caso, mientras que en el horno tardan en prepararse al menos 1 hora, troceadas en un cazo están listas en menos de 20 minutos.
En mi publicación de Pan de calabaza hago una pequeña explicación de los tipos de calabaza que se pueden encontrar en España, y concretamente en Andalucía. Siempre será preferible utilizar la calabaza tipo cacahuete para postres y repostería.
Para el bizcocho
Ponemos a precalentar el horno a 180 ºC, forramos el fondo de 2 moldes de 22 cm de diámetro y engrasamos ligeramente los laterales.
En un recipiente grande batimos los huevos con el azúcar blanco y moreno. Añadimos el aceite en forma de hilo sin dejar de batir.
Ahora, añadimos el puré de calabaza, la sal y la ralladura de naranja.
Mezclamos y tamizamos la harina junto con la levadura, el bicarbonato y las especias. Incorporamos a la mezcla en tres veces, intercalando el zumo de naranja y la leche. (Es decir, añadimos 1/3 de ingredientes secos, después el zumo, otra 1/3 parte de ingredientes secos, luego la leche y terminamos con la otra 1/3 parte de ingredientes secos)
Repartimos la mezcla entre los dos moldes. Horneamos en una posición media-baja del horno durante 30-40 minutos a 180º con calor abajo-arriba. El bizcocho estará listo cuando al pincharlo con un palillo, éste salga limpio.
Dejamos enfriar el bizcocho dentro del molde unos 10 minutos. Luego desmoldamos y dejamos enfriar completamente.
Ahora, añadimos el puré de calabaza, la sal y la ralladura de naranja.
Mezclamos y tamizamos la harina junto con la levadura, el bicarbonato y las especias. Incorporamos a la mezcla en tres veces, intercalando el zumo de naranja y la leche. (Es decir, añadimos 1/3 de ingredientes secos, después el zumo, otra 1/3 parte de ingredientes secos, luego la leche y terminamos con la otra 1/3 parte de ingredientes secos)
Repartimos la mezcla entre los dos moldes. Horneamos en una posición media-baja del horno durante 30-40 minutos a 180º con calor abajo-arriba. El bizcocho estará listo cuando al pincharlo con un palillo, éste salga limpio.
Dejamos enfriar el bizcocho dentro del molde unos 10 minutos. Luego desmoldamos y dejamos enfriar completamente.
Nata Montada
Mantenemos en el congelador durante al menos 20 minutos las varillas y un recipiente metálico o de cristal donde luego montaremos la nata.
Vertemos la nata en el recipiente y batimos la nata hasta que comience a montar. En este momento es cuando añadimos el azúcar y, si queremos, algún tipo de estabilizante. Seguimos batiendo hasta tener la nata perfectamente montada.
Conservamos en la nevera hasta que vayamos a montar la tarta.
Vertemos la nata en el recipiente y batimos la nata hasta que comience a montar. En este momento es cuando añadimos el azúcar y, si queremos, algún tipo de estabilizante. Seguimos batiendo hasta tener la nata perfectamente montada.
Conservamos en la nevera hasta que vayamos a montar la tarta.
Montaje de la tarta:
Igualamos los bizcochos recortándoles la barriguita. Luego cortamos cada bizcocho en dos rodajas.
Colocamos una rodaja de bizcocho sobre un plato grande. Extendemos una generosa capa de nata con ayuda de una espátula y cubrimos con otra capa de bizcocho. Repetimos el proceso hasta terminar con todas las capas.
Con el sobrante de la nata rellenamos todos los huecos de los laterales y la capa superior de la tarta. Luego alisamos bien toda la superficie obteniendo ese efecto tan chulo de tarta a medio acabar en la que se aprecian las capas de bizcocho y el relleno.
Decoramos con algunas nueces y ya tenemos lista nuestra tarta.
Colocamos una rodaja de bizcocho sobre un plato grande. Extendemos una generosa capa de nata con ayuda de una espátula y cubrimos con otra capa de bizcocho. Repetimos el proceso hasta terminar con todas las capas.
Con el sobrante de la nata rellenamos todos los huecos de los laterales y la capa superior de la tarta. Luego alisamos bien toda la superficie obteniendo ese efecto tan chulo de tarta a medio acabar en la que se aprecian las capas de bizcocho y el relleno.
Decoramos con algunas nueces y ya tenemos lista nuestra tarta.
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